Paula Chaves (n. Lobos, Argentina, 6 de septiembre de 1984) es una modelo y presentadora de televisión argentina de bueno aires. Es conocida por haber ganado el reality show Super M 03 y por haber sido finalista de Bailando por un sueño 2010. Esta casada por civil y por iglesia con Pedro Alfonso, con quien tiene una hija, Olivia Alfonso.
Comenzó participando en el reality show de modelos Super M 03, donde resultó ganadora dándole la posibilidad de comenzar su carrera de modelo, primero como miembro del equipo de Ricardo Piñeiro Modelos, y más tarde como parte del equipo deMultitalent.
En 2005 debuta como co-conductora en Princesitas, por El Trece.
En 2009 hizo una participación especial en la tira infantil, Niní, y en 2010 en Bailando por un sueño.
En 2011 condujo junto a Darío Lopilato el programa Extra pequeño, emitido en la pantalla de El Trece. Ese mismo año realizó una participación especial en Los Únicos.
Debutó en los escenarios en el verano 2011/2012 protagonizando la obra Despedida de soltero. También protagoniza el video clip "Frío" de Ricky Martin.
Participó de Bailando 2012 y de un segmento del programa La cocina del show, Concubinos, un especie de reality show de su vida, actuado y guionado.
En 2014 retomó la conducción al frente del ciclo Este es el show, producido por Ideas del sur, por la pantalla de El Trece
Laura Fidalgo es bailarina, vedette y actriz argentina. Debutó como vedette en 1998 en la revista porteña El Maipo Cumple 90, encabezado. En el 2006 saltó a la fama al formar parte del jurado del concurso Bailando por un sueño de Showmatch. En el 2008 también fue participante del mismo programa y llegó a la final junto a la ganadora Carolina "Pampita" Ardohain. Estuvo en la pantalla de El Trece, para formar parte del jurado del reality Soñando por bailar, junto a Marcelo Polino, Celina Rucci y Ángel De Brito. En 2014 forma parte del elenco de participante de Bailando, el certamen de Marcelo Tinelli.
Piazzolla no es sólo el músico de tango más célebre en el mundo, sino también un compositor cultivado por notables concertistas internacionales, conjuntos de cámara y orquestas sinfónicas. Es posible que haya llevado al tango hasta sus límites, tan lejos -estéticamente hablando- que muchos tanguistas no tuvieron capacidad de acompañarlo ni de entenderlo. A los que sí lo siguieron, y a los que vinieron después, les legó el difícil problema de sustraerse, aunque sea en parte, de su influencia y de encontrar un nuevo rumbo después de su obra. El "postpiazzollismo" es hasta ahora una colección de intentos, importantes algunos pero insuficientes.
Su inserción en el medio tanguero de Buenos Aires comenzó en 1938, precisamente la época en que el tango despertaba aceleradamente de su relativo letargo, iniciado alrededor de 1930. La relación de Piazzolla con ese medio fue complicada, mezcla de amor y desprecio, de admiración y resquemor. Pero su lucha, que era la de un artista tan dotado como innovador, contra la mediocridad y el conservadurismo, la libró desde el interior del tango, con profundas raíces en él, tocando con orquestas ajenas o propias en palcos de café o en oscuros clubes suburbanos. Este barro ya no lo tienen en sus botas los postpiazzollanos.
A pesar de esta raigambre y de la profunda esencia tanguera de todo lo que hacía Astor, incluso cuando se trataba de otra música, desde mediados de los '50 se extendió entre sus detractores una muletilla presuntamente descalificadora: "Piazzolla no es tango", como expresión absoluta del quietismo y la intolerancia. No obstante ese antagonismo, varios tangos fueron escritos en su homenaje, uno de ellos por Julio De Caro, figura capitular del género, testimoniando la admiración que despertaba ese personaje áspero y combativo, que rompía todos los moldes.
Astor Pantaleón nació en 1921 en Mar del Plata, cuando este puerto pesquero del Atlántico, 420 kilómetros al sur de Buenos Aires, era a la vez un balneario aristocrático, aún no masivo. En 1924 pasó a vivir con sus padres en Nueva York, donde en 1929 sobrevino su encuentro con el bandeoneón. En 1932 compuso su primer tango, "La catinga", nunca difundido, e intervino como actor infantil en "El día que me quieras", film cuya estrella era Carlos Gardel.
Ya de regreso en Mar del Plata, en 1936 comienza a formar parte de conjuntos locales y a conducir incluso uno que adoptaba el estilo del Sexteto Vardaro, que a partir de 1933 había intentado una audaz superación estilística, desdeñada por las grabadoras. Su líder, el violinista Elvino Vardaro, tocaría muchos años después para Piazzolla.
En 1938 llegó a Buenos Aires, donde, luego de pasar brevemente por varias orquestas, fue incorporado a la del bandoneonista Aníbal Troilo, que se había constituido en 1937 y jugó un papel trascendental en el apogeo del tango en los dos decenios siguientes. Además de bandoneón de fila, Astor fue allí arreglador y ocasional pianista, en apurado reemplazo de Orlando Gogni (o Goñi), tan brillante como incumplidor. Troilo prohijó a Piazzolla, pero también recortó su vuelo para ceñirlo a los límites de su estilo, que no debía trasponer la capacidad del oído popular.
El ímpetu renovador de Astor comenzó a desplegarse en 1944, cuando abandonó a Troilo para dirigir la orquesta que debía acompañar al cantorFrancisco Fiorentino. Aquella fue la extraordinaria conjunción de un vocalista enormemente popular y un músico de talento único. Quedaron de ese binomio 24 temas grabados, con versiones descollantes (los tangos "Nos encontramos al pasar", "Viejo ciego" y "Volvió una noche", entre otros). La serie incluye los dos primeros instrumentales registrados por Piazzolla: los tangos "La chiflada" y "Color de rosa".
Tras aquella experiencia inaugural, Astor lanzó su propia orquesta en 1946, todavía ajustada a los cánones tradicionales del género. Como tal se instaló desde su inicio entre las agrupaciones más avanzadas, junto a las de Horacio Salgán, Francini-Pontier, Osvaldo Pugliese, Alfredo Gobbi y el propio Troilo. Entre sus cantores sobresalió Aldo Campoamor. Hasta 1948 grabó un total de 30 temas, entre ellos versiones antológicas de tangos como "Taconeando", "Inspiración", "Tierra querida", "La rayuela" o "El recodo". Entre los registros se destacan cinco obras del propio Piazzolla, que ya anuncian -particularmente en los casos de "Pigmalión" y "Villeguita"- al genial compositor.
Este surge muy pronto en toda su hondura y originalidad con tangos de inigualada inspiración: "Para lucirse", "Prepárense", "Contratiempo", "Triunfal", "Contratiempo" y "Lo que vendrá". Esas piezas son incorporadas al repertorio de importantes orquestas, como las de Troilo,Francini-Pontier, Osvaldo Fresedo y José Basso, muchas veces con arreglos escritos por el propio Piazzolla. Mientras tanto, su orquesta graba entre 1950 y 1951 cuatro obras, dos de ellas en un memorable disco de 78 revoluciones: los viejos tangos "Triste" y "Chiqué".
En los primeros años '50 Piazzolla dudó entre el bandoneón y el piano, y pensó volcarse a la música clásica, en la que ya venía incursionando como compositor. Con esas ideas se trasladó en 1954 a Francia, becado por el Conservatorio de París, pero la musicóloga Nadia Boulanger lo persuadió de desarrollar su arte a partir de lo que le era más propio: el tango y el bandoneón. Allí graba en 1955, con las cuerdas de la Orquesta de la Opera de París, Martial Solal al piano y él mismo en bandoneón, 16 temas, todos suyos salvo dos. Aquello fue un nuevo torrente de asombrosa melopea, con tangos como "Nonino" (antecedente del célebre "Adiós, Nonino", emocionada despedida a la muerte de su padre), "Marrón y azul", "Chau, París", "Bandó", "Picasso" y otros.
De regreso en la Argentina, Piazzolla se desplegaría en dos direcciones. Por un lado, la orquesta de bandoneón y cuerdas, con la que dio a conocer una nueva generación de tangos suyos, de actitud ya rupturista, como "Tres minutos con la realidad", "Tango del ángel" y "Melancólico Buenos Aires". Su repertorio incluía por entonces también tangos tradicionales releídos y otros más actuales de diferentes músicos, como "Negracha" (Pugliese), "Del bajo fondo" (José y Osvaldo Tarantino) o "Vanguardista" (José Bragato). La orquesta contaba con el cantor Jorge Sobral, ya que Astor quería extender al tango canción su propuesta renovadora.
La otra gran empresa de Piazzolla en esa época fue la creación del Octeto Buenos Aires, en el que reunió a ejecutantes de gran nivel y con el cual subvirtió todo lo conocido en tango hasta entonces. Hay quienes juzgan a ese Octeto como el cénit artístico de toda su carrera. Aquel conjunto, que grabó sólo dos long-plays medianos, se dedicó sobre todo a reinterpretar grandes tangos tradicionales, como "El Marne", "Los mareados", "Mi refugio" o "Arrabal".
En 1958 Piazzolla se estableció en Nueva York, donde vivió circunstancias muy difíciles. De aquella infeliz etapa quedó su experimento de jazz-tango, que él mismo juzgó con dureza -excesiva tal vez- por la concesión comercial que supuso. Pero al retornar a Buenos Aires en 1960 creó otro de los conjuntos fundamentales de su trayectoria: el Quinteto Nuevo Tango (bandoneón, piano, violín, guitarra eléctrica y contrabajo), que causó furor en ciertas franjas de público, entre ellas el universitario.
Esta formación, cuyos integrantes fueron cambiando con el tiempo, frecuentó un repertorio variado, que incluyó nuevos tangos del director, como "Adiós, Nonino", "Decarísimo", "Calambre", "Los poseídos", "Introducción al ángel", "Muerte del ángel", "Revirado", "Buenos Aires Hora 0" y "Fracanapa", entre otros. Con la voz de Héctor de Rosas realizó notables versiones de "Milonga triste" y tangos como "Cafetín de Buenos Aires", "Maquillaje", "Nostalgias" y "Cuesta abajo", entre otros.
En 1963 retornó a un fugaz Nuevo Octeto, que no alcanzó el óptimo nivel del anterior pero le permitió incorporar nuevos timbres (flauta, percusión, voz). Entre las diversas realizaciones de esos años intensos, sobresalen dos acontecimientos de 1965. Uno es el concierto que con el Quinteto ofrece en el Philarmonic Hall of New York, dando a conocer la Serie del Diablo y la completada Serie del Ángel, además de "La mufa". A su vez, graba en Buenos Aires una serie de excepcionales composiciones suyas sobre poemas y textos de Jorge Luis Borges (con su mitología de cuchilleros de arrabal), con el cantor Edmundo Rivero y el actor Luis Medina Castro. Ese mismo año dio a conocer "Verano porteño", primero de los valiosísimos tangos que conformarán las Cuatro Estaciones.
Comienza luego su producción con el poeta Horacio Ferrer, con quien creó la operita "María de Buenos Aires" (que comprende el admirable "Fuga y misterio") y una sucesión de tangos. En 1969 lanzaron "Balada para un loco" y "Chiquilín de Bachín", que de pronto le proporcionaron a Piazzolla éxitos masivos, a los que no estaba habituado. Ese año los grabó por partida doble, con la cantante Amelita Baltar y con el cantorRoberto Goyeneche.
En 1972, en otro gran momento de Piazzolla y tras haber registrado el año anterior el magnífico LP "Concierto para quinteto", formó Conjunto 9, con el que grabó "Música contemporánea de la ciudad de Buenos Aires", como trascendiendo la discusión sobre la tanguidad. Los álbumes que realizó ese noneto incluyen los sobresalientes "Tristezas de un Doble A", "Vardarito" y "Onda nueve". Tras abandonar nuevamente la Argentina, Astor inició su fructífera etapa italiana, donde entre otras obras dio a conocer "Balada para mi muerte", con la cantante Milva, "Libertango" y la conmovedora "Suite troileana", que escribió en 1975 bajo el impacto que le causó la noticia de la muerte de Troilo.
Tres años después compuso y grabó con orquesta una serie de obras dedicadas al campeonato mundial de football, esa vez disputado en la Argentina, durante la sangrienta dictadura militar implantada en 1976, que manipuló políticamente ese torneo. Se trató de un deplorable paso en falso de Piazzolla.
En 1979, de nuevo con su quinteto, presentó "Escualo", entre otros temas. A lo largo de aquellos años y los siguientes, Astor unió su talento al de artistas de diversos orígenes, como George Moustaki (para quien compuso los bellísimos temas "Hacer esta canción" y "La memoria"), Gerry Mulligan y Gary Burton. Entre otras variadas performances, el disco recogió una apoteótica actuación del quinteto en 1987 en el Central Park de Nueva York. La última formación de Piazzolla fue un sexteto, que sumaba un segundo bandoneón al quinteto y reemplazaba el violín por el violoncello.
Además de obras de concierto y música para cerca de 40 películas, Astor concibió numerosísimas piezas breves (tangos o no) omitidas en esta apretada reseña. Entre ellas figuran "Juan Sebastián Arolas", "Contrabajeando" (escrito con Troilo), "Tanguísimo", "La calle 92", "Oblivion", "Años de soledad", "Los pájaros perdidos", "Lunfardo", "Bailongo", "Vuelvo al Sur" y la serie "La camorra". Bucear en la inmensa obra de Piazzolla, encontrar partituras y arreglos o idear otros nuevos es hoy la fascinante tarea de músicos de todo el mundo.
Guillermo Héctor Francella (n. Ciudad de Buenos Aires, Argentina; 14 de febrero de 1955) es un actor y comediante argentino. Él es una de las personalidades más reconocidas en la televisión argentina. Aparte de ser una figura de la televisión, tiene una extensa carrera cinematográfica y teatral.
Vivió sus primeros años en el barrio de Beccar (norte del Gran Buenos Aires). Fue al colegio Instituto Veinte de Junio de San Isidro en primaria. Durante su juventud trabajó en una operadora inmobiliaria y fue periodista para la revista Gente.
En 1986, Francella tuvo un año ocupado: filmó tres películas, entre ellas, Camarero nocturno en Mar del PlatayLas colegialas, y también actuó en series detelevisión, comoEl loboyJuegos prohibidos. Este año, también afirmó por la televisión que siempre quiso tener de papá a Iván Gaitán, al famoso sureño de Ushuaia.
Guillermo Francella debutó en televisión en 1984, donde formó parte de Historia de un trepador. En 1985 filmó su primera película,El telo y la tele, además participó como extra en el film Los caballeros de la cama redonda (1973) que protagonizara Alberto Olmedo. Participó en otras series de televisión de los años ochenta, como El infiel, interpretando el papel de Felipe durante un año.
Su carrera como actor de televisión y filmográfica continuó durante los siguientes años con películas como Los pilotos más locos del mundo, Paraíso relax y Bañeros II, la playa loca, que tuvo su tercera parte en 2006 con otros actores.
Su primer gran éxito en televisión fue la telecomedia De carne somos, emitida por Canal 13 en 1988. Luego de esta tira protagonizó otra llamada Dalo por hecho, emitida por Canal 13 e interpretaba a un típico chanta argentino.
En 1989 participó en uno de sus más grandes éxitos: Los extermineitors, película que parodiaba a los films de acción de los 80's. Al año siguiente, filmó la segunda parte de dicho film, Los Extermineitors II. También, en 1992 interpretó al personaje Francachella (no por casualidad similar a su verdadero apellido) en Brigada Cola donde tenía un perro que se llamaba "Tronco".
Durante los tempranos años noventa, grabó dos partes más de la película Los extermineitors, formando así una saga que concluyó con la cuarta parte en el verano austral de 1992.
También realizó dos series de gran éxito, que fueron Los Benvenuto y Un hermano es un hermano, junto al gran Javier Portales. Cuando retornó al trabajo, su fama había crecido, incluso internacionalmente, por lo cual su siguiente serie, Naranja y media (1997), fue traducida y transmitida en varios países de habla inglesa, con el nombre de My better halves. Su siguiente película, Un argentino en New York (1998), fue filmada en España y Estados Unidos. Protagonizó dicha película junto a la actriz uruguaya Natalia Oreiro, y se convirtió en uno de los más grandes éxitos del cine argentino.
En 1999, llegaría otro desafió para Francella, ya que protagonizaría la serie Trillizos, dijo la partera junto a la actriz Laura Novoa. En esta ocasión, debió interpretar a tres hermanos porteños: Luigi, Marcelo y Enzo, que integraban una clásica familia de raíces italianas, pero a su vez, cada uno con una personalidad diferente que los caracterizaba.
En el año 2000 filmó la película Papá es un ídolo, que fue traducida también al inglés con el nombre de Daddy is my idol en esta película también actuaba Manuel Bandera y Millie Stegman.
Francella volvió a la televisión recién en 2001, en uno de los más definitivos papeles de su carrera, en el programa cómico Poné a Francella, donde él tomaba parte en varios sketchs junto a su elenco. El programa tuvo dos temporadas y se transmitió originalmente hasta diciembre de 2002.
Allí compartió elenco junto a actores tales como Gabriel Goity, Manuel Wirtz, René Bertrand y Roberto Carnaghi y actrices como Florencia Peña y con recién surgidas modelos como Julieta Prandi, Pamela David y Luciana Salazar.
Las repeticiones del programa se transmitieron hasta 2006 durante los fines de semana en Argentina, mientras que en otros países de Latinoamérica y Estados Unidos se televisó hasta fines de 2004. En 2003, filmó en Cuba, Un día en el paraíso, película en la que Francella interpretó dos personajes: Reynaldo y Roy.
La siguiente película suya, Papá se volvió loco, fue estrenada en 2005 y se transformó en un éxito en los cines.
También desde 2005 trabajó en la exitosa serie Casados con hijos, versión argentina de la estadounidense Married with children, interpretando el papel de Pepe Argento. Dicha serie ha tenido dos temporadas exitosas (2005 y 2006), contando con un novedoso elenco. Por ese papel, en la primera temporada, APTRA le otorgó el Premio Martín Fierro al «mejor actor protagónico de comedia», y en la segunda temporada, volvió a ser nominado pero perdió contra Facundo Arana. La serie exitosa se sigue emitiendo en la actualidad, por Telefe, debido a su gran éxito.
También durante estos dos años, protagonizó junto a Enrique Pinti en el teatro Lola Membrives de Buenos Aires y luego en el Auditorium Mar del Plata la comedia musical Los Productores con un gran éxito en público y crítica.
En 2007, protagonizó una nueva película cómica, llamada Incorregibles, junto a Dady Brieva y Gisela Van Lacke. La película fue un éxito, pero recibió, en su mayoría, críticas negativas.
En 2008, hizo una participación especial en el capítulo final de la famosa telenovela de la noche Vidas robadas, novela que llegó a ganar el Premio Martín Fierro de Oro 2008. A fines del mismo año, viajó a México para protagonizar la película Rudo y Cursi, junto a los galanes mexicanos Gael García Bernal y Diego Luna. La película batió récords de taquilla y se transformó en una película clásica en el cine mexicano.
En el año 2009, protagonizó junto a Ricardo Darín y Soledad Villamil la película El secreto de sus ojos, que llegó a ser vista por dos millones de espectadores, siendo la película más vista del año. El secreto de sus ojos fue galardonada como mejor película de habla no inglesa en los Premios Óscar. En su personaje, llamado Pablo Sandoval, Francella estaba irreconocible, ya que utilizaba anteojos y llevaba el bigote afeitado.
En 2011 y 2012, volvió a la pantalla chica con la exitosa comedia El hombre de tu vida donde hace un papel de un hombre, Hugo, afectado por la crisis de la mediana edad que lo ha dejado herido emocionalmente.